Diario de Sara Millerey revelaba sus temores antes de su brutal ases¡nat0
El escalofriante asesinato de Sara Millerey González, la mujer trans de 32 años torturada y arrojada a una quebrada en Bello, ha tomado un giro aún más doloroso con la revelación de las palabras que dejó escritas en su diario, advirtiendo sobre los peligros que la acechaban.
"He pasado muchos miedos y asechos, los cuales no quisiera que se cumplieran. Por favor te pido que no sucedan, yo te agradeceré con mi corazón", escribió Sara en su diario, según relató su madre, Sandra, a Noticias Caracol. La madre de Sara, a quien despidieron el pasado martes recordándola como una mujer alegre y "que no le hacía mal a nadie", indicó que su hija temía ser víctima de agresiones debido a su identidad de género.
"Muchas veces la agredían, la insultaban, ya no me decía cosas más allá para no preocuparme, pero de igual manera pasó eso tan atroz y tan vil", lamentó Sandra, quien aún espera justicia por el crimen de su hija. "No sé nada, no sé qué fue lo que pasó porque ella era una persona que no le hacía mal a nadie, no se perdía, vivía con la mamá, se iba por la tarde y llegaba por la noche, de pronto al otro día, pero nunca se perdía".
La reconstrucción del crimen revela que Sara salió de la casa de su tío en el barrio Playa Rica de Bello alrededor de las dos de la tarde del viernes 8 de abril. Un familiar relató a El Colombiano que una hora antes estuvo en la casa de su tío pidiéndole dinero para artículos de aseo y ropa, y se fue molesta tras recibir una suma menor a la solicitada.
Una hora después, su madre recibió la terrible noticia de que Sara había sido agredida y lanzada a la quebrada La García. Al llegar al lugar, la encontró quejándose y aferrada a unas ramas, con sus brazos y piernas fracturadas, presuntamente para impedir su defensa. El secretario de Seguridad de Bello, José Rolando Serrano, confirmó que Sara presentaba signos de una brutal golpiza en todo su cuerpo.
El relato de un allegado a El Colombiano añade un detalle aún más escalofriante: transeúntes presenciaron la agonía de Sara, pero no se atrevieron a ayudarla por temor a represalias de quienes cometieron el crimen, quienes aparentemente serían miembros de una banda delincuencial. Incluso, algunos grabaron la escena sin intervenir. "Había unos manes parados, también con el celular grabando lo que le sucedía, y decían que no la ayudaran. Entonces hubo temor a intervenir por miedo a que los encendieran a bala. Fue necesario que interviniera la Policía", señaló la fuente.
Sara fue trasladada al Hospital La María de Medellín, donde finalmente falleció debido a la gravedad de sus heridas, dejando al descubierto no solo un acto de violencia transfóbica, sino también una preocupante muestra de crueldad e indiferencia en la comunidad.